Todavía recuerdo aquel primer día que te ví con apenas un par de meses de vida, la llamada de mi amigo Emilia Canós "ven a ver la camada y llévate lo que más te guste, te la regalo", y así fue, entramos al patio y con la apertura de la puerta sale la camada disparada, y una bolita blanca se enzarza entre mis piernas llamando la atención, ya no pude ni quise mirar otro, era ella. Nunca podré agradecerte lo suficiente Emilio este regalo.

Y allí mismo te subí al coche, no paraba un segundo, nosotros casi tan emocionados como ella, llegamos a casa y la llevamos al parque con las dos grandes, no había forma de callarla, no tuve fuerzas para dejarla allí y aquella noche la acosté en una improvisada cama junto a la nuestra, y ya no salió de casa.

Creo que jamás volveré a tener un perro como ella, el animal más inteligente que he conocido, aprendía todo a la primera para bien y para mal, cariñosa, juguetona, glotona, le perdía un baño en una charca y una galleta en forma de premio, disfrutaba con los niños...

Un instinto y una fuerza sobrenatural para la caza, independiente, con una nariz prodigiosa.

Por dos veces te robaron de casa, la primera volviste sola a casa a buscarnos en cuanto te soltaron a cazar el primer domingo de la abierta, el que te llevó no sabía que siempre lo hacías, no debía ser de muy lejos el "subsodicho" quizás hasta te conocía previamente. La segunda, ya no volviste, ya hace más de seis años (julio de 2014), solo espero que te cuiden al menos como lo hicimos nosotros, que traten tu enfermedad, y si ya no estás entre nosotros D.E.P. pequeña, contigo se llevaron un pedacito nuestro para siempre (si alguien tiene algún dato, la ha visto...no duden en avisarnos, no dejaremos nunca de intertar encontrarte, su desaparición/robo está denunciada).

Suerte que nos dejaste un pequeño de apenas 6 meses que estaba llamado a ser uno de los grandes, tu pequeño blanquito Inka, casi un clon de su madre.